Tuvimos suerte y quemamos al frío, pero nuestros humos nos ahogaron de razón. Por tu energía pasaron mis sueños y por tu espalda mi amor. Tal vez fumando te encuentre en el tiempo y otra vez por mis ojos, vuelvas a entrar como el Sol. Sé que aquel ángel para los finales, llora a esa flor que no dejamos ser. Brindo hoy por tu alma, por tu vientre y por lo que tal vez nunca más veré. Vivo esta vida sólo si vivo en tu vida y duermo en tu espacio azul. Mientras me moje en tu cuerpo de estrellas, confundidos nos buscaremos sin luz. Siempre llegamos el uno hasta el otro y el otro y el uno, ya no son dos. Entre tus duendes, tu cielo y tu infierno vuelan mis deseos, corren buscando sin razón. Porque noche tras noche y verso tras verso, te encuentro como a este eco de mi soledad.